Siguiendo con el tema del estrés, del que hablamos en nuestra publicación anterior en dónde te platicaba acerca del protagonismo que tiene el estrés y sus acompañantes en nuestra vida diaria, ahora damos paso a la respiración.
Que es una herramienta única con resultados importantes para trabajar esta situación por medio de la respiración consciente.
La respiración es una enorme herramienta para distintas cosas, entre ellas, traernos al presente, disminuir la ansiedad, observar nuestros pensamientos e incluso muchas culturas ancestrales nos hablan de la curación mediante la respiración.
En el mundo de la disciplina del Yoga, existen muchas técnicas de respiración entre las cuales podemos escoger un tipo para cada objetivo; inyectar energía, buscar un equilibrio, tranquilizar, sanar el alma, entre otros beneficios.
Estas técnicas se han mantenido vigentes durante miles de años, te podría platicar que la yoga ancestral o raja yoga (yoga real) en sus orígenes, se trataba de respiración, la cual es también llamada Pranayama.
Los pranayamas son técnicas de respiración que cultivan y trabajan con la energía vital. En la medicina védica y la medicina ancestral China coinciden en que todos tenemos que cultivar nuestra energía vital e incluso coinciden en que toda enfermedad es un desequilibrio energético de ésta energía.
Así que, si tenemos algún desajuste o desequilibrio, puedes hacer uso de la respiración.
Aquí te dejaré un ejercicio, que puedes hacer en cualquier momento y/o lugar. Es ideal para cuando te sientas con niveles altos de estrés, incluso cuando sientas que te falte la respiración.
Tómate 5 minutos, deja celulares y/o distractores lejos.
Ponte en una posición cómoda, puedes hacerlo en tu silla o donde acostumbres trabajar.
Cierra los ojos, lleva tus manos al corazón y empieza a sentir el latido de tu corazón.
Observa tu respiración sin modificarla.
Ahora, inhala en 4 tiempos.
Exhala en 4 tiempos.
Repite la inhalación y respiración por cinco ciclos.
Cuando estés en el último ciclo, baja tus manos a tus piernas y regresa a observar tu respiración consciente.
Da gracias a tu cuerpo y abre suavemente los ojos.
Te darás cuenta de que este ejercicio de respiración te traerá al presente, equilibrándote y enfocándote.
Puedes repetir este este ejercicio las veces que consideres necesario a lo largo de tu día y paulatinamente comenzarás a observar los efectos curativos de la respiración.
Haz una auto observación de cada día durante 3 meses, te sorprenderán los resultados.
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